miércoles, 9 de abril de 2014

Paseo por la Sierra Norte después de las lluvias (Sevilla) - Walk in the Sierra Norte after the rains (Seville, Southern Spain)

Los que seguís este humilde blog ya sabréis lo que me gusta salir a pasear al campo después de varios días de lluvias. Si además coincide en la primavera temprana del sur, donde la explosión de vida es espectacular, no puedo resistirme.

Hoy hemos decidido visitar uno de mis lugares preferidos. Aún no había pisado el Monumento Natural del Cerro del Hierro (San Nicolás del Puerto, Sevilla) en este 2014, así que hasta allí que nos fuimos.

El día amaneció gris y fresco (unos 7ºC a las 9:00), pero poco a poco se fue abriendo y alternando nubes y claros. Al llegar comprobamos que había agua por todas partes, como a mi me gusta ;). Ya mismo estará aquí el calor y hay que aprovechar estos días frescos y húmedos.

Rebollos Quercus pyrenaica de gran porte.
Nos decidimos por realizar el Sendero de Rebollar (http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/mostrarFicha.do;jsessionid=73B2889613401E6D4488AA8F0F051FA4?idEquipamiento=28568), ruta circular de 9 km. que rodea el monumento natural. Comienza en el último tramo de la Vía verde de la Sierra pero rápidamente se interna por un bosque mediterráneo precioso y bien conservado.

Nada más empezar nos recibe cantando "a pleno pulmón" este Gorrión chillón Petronia petronia:



La luz era muy escasa y sólo pude grabar ese vídeo de baja calidad y hacerle alguna foto lejana.

Petronia petronia
Los charcos eran abundantes a ambos lados del camino y en ellos ya podían verse algunas puestas de Sapo corredor Epidalea calamita.

 

 

Seguimos adelante y llegamos al final de la vía verde. Aquí empieza el sendero propiamente dicho. Nada más comenzar se posa un pajarillo a apenas 7-8 metros de nosotros, y empieza a picotear una de las muchas agallas que tenía un pequeño Quejigo Quercus canariensis. Al ver esa "boina" roja rápidamente caímos en la cuenta que estábamos ante una de las especialidades de la zona: un bonito macho de Pico menor Dendrocopos minor.
 
Fue, sin duda, el momento del día. Podíamos verlo a simple vista agujerear las agallas de este quercus para alimentarse de las pequeñas larvas que esconden. Este comportamiento era nuevo para mi, pero al no tener mucha experiencia con la especie no sé si está debidamente descrito. Os dejo el video que grabamos en este mágico momento...



Tras unos cuantos minutos de disfrute, el ave voló hacia árboles de mayor porte y le perdimos la pista.

A partir de aquí, y tras ver este curioso método de alimentación del más pequeño de nuestros "picos", fuimos repasando las agallas de quejigos y Rebollos Quercus pyrenaica que quedaban a nuestro alcance. Resultaron estar trabajadas por nuestro amigo muchas de ellas, por lo que parece que esta fuente de alimentación es importante para la especie...que gran ayuda para nuestros viejos Quercus!!!


 

 
 
Pico menor "contorsionista" para llegar a las agallas más inaccesibles
En el capítulo de flores no tuvimos mucha suerte, ya que en los días previos habían desbrozado los márgenes de los caminos. Sí fueron abundantes las Peonías Paeonia broteroi, aunque no encontramos ninguna florecida.

Paeonia broteroi a punto de florecer
En cuanto a orquídeas, sólo encontramos dos especies: Orchis papilionacea y Orchis champagneuxii.


Orchis papilionacea despuntando.
Orchis champagneuxii
Detalle de Orchis champagneuxii
Poco a poco avanzaba la mañana, y el sol le ganaba la batalla a las nubes por momentos. Los pájaros se animaban con estos rayos de sol. Fuimos sumando especies recién llegadas como Abejaruco Merops apiaster, Alcaudón común Lanius senator, Cuco común Cuculus canorus, Autillo europeo Otus scops, Torcecuello euroasiático Jynx torquilla... y también una de mis especies favoritas: el Colirrojo real Phoenicurus phoenicurus.

Phoenicurus phoenicurus
 También disfrutamos de la pareja residente de Cigüeña negra Ciconia nigra, cicleando juntas y aportando material al nido.

Ciconia nigra en vuelo.

Llamaron nuestra atención algunas cajas nido colocadas en grandes encinas. Parecían refugios para murciélagos, pero ésta en concreto era propiedad de un simpático Trepador azul Sitta europaea.


La última parte de la ruta recorre el tramo más alto del citado Cerro del Hierro. Merece la pena detenerse para contemplar esta mezcla de rojos, verdes y azules...

 
 
 
 

Antes de volver, como siempre, nos acercamos a ver el Nacimiento del Río Huéznar y a dar un paseo por su imponente bosque de galería.

Bosque de galería


Nacimiento del Río Huéznar.
 Allí pudimos ver 3 volantones de Lavandera cascadeña Motacilla cinerea, el dato más tempranero de cría que tengo para esta especie.

 

Jorge en una de las cascadas del Huéznar.
 
Un saludo a tod@s!!!


Alberto Plata

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